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El psiquiatra asesino que hizo temblar a toda Venezuela
Era un prestigioso catedrático que tenía una doble vida. En su consultorio, se convertía en un monstruo sádico.
Caracas, 12 de julio de 2008. La secretaria del famoso psiquiatra venezolano Edmundo Chirinos (70), hizo pasar a Roxana Vargas (19), a la que atendía desde 2007 por trastornos en la alimentación. Era la última paciente de la jornada y por eso, tras hacerla ingresar al consultorio de su jefe, hombre de consulta del presidente Hugo Chávez, la mujer se retiró.
A Roxana no se la volvió a ver, pero el 14 de ese mismo mes, dos días después de su ingreso al estudio del septuagenario psiquiatra, un vigilante de un parque cercano vio a un par de perros disputándose algo, con suma violencia. Se acercó y cuando miró la presa que desgarraban los animales con sus fauces, casi se desmaya: era un cuerpo femenino semidesnudo, con signos de haber sido golpeada fuertemente en la cabeza. Las pericias demostraron que era Roxana Vargas.
Una relación despareja
Un año antes, Roxana había sido llevada por su mamá, Ana Quintero, a la consulta del prestigioso Chirinos, exrector de la Universidad Central de Venezuela, excandidato presidencial y exterapeuta de Hugo Chávez. Su progenitora estaba angustiada por los trastornos de alimentación (bulimia y anorexia), de la chica.
La joven era estudiante de Comunicación Social y pasante de RCTV (Radio Caracas Televisión de Venezuela). Había abierto un blog que se transformó en una especie de diario personal. Allí contaba sus experiencias sobre la enfermedad que la afectaba pero también filtraba algunos aspectos de su relación con el doctor Chirinos. Cuando comenzó su tratamiento, era virgen, de acuerdo a sus propios escritos en el blog. “Ese día, que me entregué a mi psiquiatra, tuve mucho miedo. Pero me trató bien, me dijo que era hermosa y muchas cosas más, me besaba muy sensualmente. Después estuvimos hablando mucho; me dijo que se iba a volver a repetir, pero sin compromiso. El es una persona mucho mayor que yo, debe tener como unos 60 años o tal vez más. Creo que le estoy agarrando cariño...”, escribió Roxana.
Un plan fatal
Algunos de sus amigos estaban al tanto de la relación entre Chirinos y Vargas. Sabían que el sitio de encuentros furtivos era el consultorio, También estaban enterados de que a mediados del año 2008, la relación había entrado en crisis. Roxana se había dado cuenta que su psiquiatra tenía una conducta impropia con otras pacientes. Por eso, el 12 de julio publicó en su blog que iba a terminar la relación con él para comenzar a alertar a la gente sobre quién era realmente este famoso médico.
Chirinos se enteró y la amenazó de darle muerte si daba difusión a la relación de ambos. La angustia del galeno aumentaba rápidamente ya que sabía que Roxana era pasante de RCTV y temió que la joven denunciara por los medios su lasciva conducta con las pacientes. Y tomó la decisión de eliminarla. La llamó cinco veces a su celular para citarla en el consultorio. Ella cedió fue y cuando entró, de alguna manera, le suministró tranquilizantes ya que se encontró en su sangre una dosis muy alta de tales sustancias. Cuando se quedó dormida, comenzó a descargarle golpes en la cabeza, hasta que expiró.
Descubierto
Cuando fue descubierto el cadáver de ella, el médico quedó de inmediato bajo la lupa. Su consultorio fue allanado y se encontraron restos de sangre en el diván y un aro de la víctima, entre otras pertenencias.
Luego allanaron su domicilio y hallaron 1.200 videos y cientos de fotos que daban cuenta de violaciones a sus pacientes. El modus operandi de Chirinos era lograr que confiaran en él y lo necesitaran. Luego les suministraba tranquilizantes y cuando ellas quedaban desprotegidas, las sometía. Grababa todos los ultrajes que cometía. Las pruebas en su contra eran abrumadoras. De pronto, el médico prestigioso terminó imputado por la muerte de la joven Roxana Vargas y a renglón seguido, 14 mujeres lo denunciaron por abusos sexuales y de poder.
De un día para otro, la carrera brillante de un catedrático considerado de excepción, quedó en la nada. Los detalles escabrosos de sus perversidades, fueron minuciosamente explicados por la prensa. Y de esa manera, Chirinos, pasó de héroe a villano, quedando sin amigos, sin familia y con el repudio generalizado del pueblo venezolano.
En septiembre de 2010 fue condenado a 20 años de cárcel, pero debido a su edad se lo benefició con prisión domiciliaria.
Está vivo aún, refugiado en su casa donde solo recibe insultos.
