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En la última audiencia de esta semana, y por segundo día consecutivo, declaró el la sala Penal II de los Tribunales tucumanos Susana Trimarco, la madre de María de los Ángeles Verón desaparecida desde el 3 de abril de 2002. En el juicio están acusadas 13 personas oriundas de Tucumán y La Rioja. Esta mañana, Trimarco retomó su extenso relató que había comenzado ayer durante más de tres horas, y en el que tildó de "atorrantes" a jueces, fiscales, políticos y policías, remarcando lo poco que hicieron para buscar a su hija y capturar a los culpables. Hoy, la mujer ícono de la lucha contra la trata de personas continuó declarando y lo seguirá haciendo el miércoles de la semana que viene, cuando reanude el histórico proceso judicial. En su declaración de esta mañana, que también fue de más de tres horas, Trimarco desmenuzó uno a uno todos los pasos de la investigación que ella y su marido debieron encarar por su cuenta dado la inacción de las autoridades que tenían que hacerlo. Enseñó a todos los presentes en la sala cómo operan las bandas de trata de persona, contando uno a uno qué le dijeron las jóvenes que ella fue rescatando de prostíbulos de La Rioja en su incansable lucha para hallar a "Marita". De esta manera, Trimarco brindó un relato con imágenes muy impactantes, dado la crudeza de su testimonio. Maltratos. En un tramo de su declaración, apuntó a que los hermanos José y Fernando Gómez (ambos imputados) violaban y explotaban a las mujeres en los prostíbulos riojanos que eran propiedad de la madre de ellas, Irma Lidia "Liliana" Medina. Y subrayó que distintas víctimas que ella fue rescatando en estos 10 años de lucha le aseguraron haber visto a "Marita" en esas wiskherías, que uno de los Gómez, "el Chenga" la había adoptado como "su mujer", la obligaba a mantener relaciones e incluso la embarazó. Una de estas testigos, que deberán declarar durante el juicio y a las que Trimarco nombró con nombre y apellido (se reservan sus datos en esta nota para no identificar a víctimas de trata de personas), le contó que incluso vio a "Marita" con un bebé en brazos, que ella le dijo que estaba cautiva, que no era de ese ambiente y que la habían obligado a tener ese bebé, al que no quería, ya que ella tenía una sola hija, Micaela (tal cual el nombre de la única hija que tenía "Marita" al momento de desaparecer y que hoy cría Trimarco). Como ya parece ser una metodología común en este juicio, los aludidos, en este caso "el Chenga" Gómez, hablaron con la prensa en un intervalo. Y dijo ser inocente y desconocer por qué Trimarco había llegado hacia él y su familia. Pese a que durante toda la mañana, al igual que ayer, la mujer dio un contundente testimonio, repleto de datos, fechas y nombres, sobre mujeres que fueron rescatadas de los prostíbulos de La Rioja y que aseguraron haber sido sometidas por los Gómez y Medina.
