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LA INTERNA SORDA
La presencia de Facundo Palma causa celos y cuestionamientos del PJ y funcionarios de Camau
La presencia de Facundo Palma causa celos y cuestionamientos del PJ y funcionarios de Camau
LOCALES | La fuerte presencia del liberal Facundo Palma, que hasta hace pocos meses era el candidato a concejal por su partido, en el estratégico cargo de subsecretario de Cultura, Turismo y Deportes de la municipalidad capitalina, trajo aparejado los primeros roces con funcionarios del PJ, quienes confiesan sordamente que tiene muy alto perfil, que hasta puede llegar a eclipsar a varios de ellos, e igualar en imagen a Camau Espínola. Palma se aprovecha de la imagen veraniega y turística que está adquiriendo la ciudad, y capta cuanta cámara se le ponga enfrente para mostrarse, a veces en desmedro de funcionarios de mayor jerarquía, tales como el mismo Secretario de Obras Públicas Martín Barrionuevo, quien en el último mes desapareció de los medios de comunicación. La ex de Salud Alejandra Elizalde Cremonte espera a Fabián Ríos para quejarse de cómo la echaron.
SIN LÍMITES
En Mercedes el único Gil es el Gaucho, el resto un negocio que se aprovecha de la Fe
En Mercedes el único Gil es el Gaucho, el resto un negocio que se aprovecha de la Fe
EDITORIAL | Nadie puede negar que la fe ha sido el camino que en la historia hizo surgir a través de los caminos de los peregrinos hasta las ciudades que comenzaron en los paradores y posadas, anexando el comercio a las vías o caminos religiosos. Santiago de Compostela, Jerusalén y Roma fueron destino de rutas de peregrinos y París, Madrid. Vencia, génova y otras ciudades surgieron a su vera mediante el movimiento comercial. Sólo que el destino era seguro y el comercio la supervivencia. En cambio, los caminos al Gaucho Gil culminan en una romería donde el único fin es el negocio dejando de la do la Fe, que es utilizada para engrosar los bolsillos fiscales y los personales. Una pieza que durante el año cobran a cualquier viajante 70 pesos, por la "demanda" se negocia a 80 por día y por persona. Más que el Hotel Guaraní de Corrientes. Un negocio que no es religioso, sino más bien apañado por el Estado que no atina a regular algo que debe serlo.
