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PREOCUPACIÓN ECLESIAL
Habló la Iglesia por la violencia del gobierno en el motín de la cárcel

La Pastoral Penitenciaria de la Iglesia católica pidió diálogo y castigó duramente el grado de violencia empleado en la represión de los internos de la Cárcel Numero 1. Fustigó la dureza de las palabras de funcionarios que minimizaron la situación y pidió soluciones de fondo. La falta de humanidad en el tratamiento de las cuestiones recibió la crítica más furibunda de la Iglesia al gobierno de Ricardo Colombi por su política carcelaria ý tomó partido por los presidiarios. El Comunicado.
 Ante los acontecimientos que ocurren en la UnidadPenal1 de esta Capital, laPastoral Penitenciaria observa con mucha preocupación la escaladade violencia que aún se repite, sin concluir en forma justa y definitiva.

Si bien,en circunstancias como ésta,le corresponde de suyo al poder político la responsabilidad principal en la solución delconflicto, dicha solución debe ser el resultado de esfuerzos redoblados por parte detodoslos sectores involucrados, para encontrarjuntoscaminos de diálogo y consenso, pues nada justifica la violencia, y menosaún, la represión. 

La Pastoral Penitenciaria de la Iglesia Católica ruega que se busquen e implementen las medidas que la urgencia del momento exige. Pero al mismo tiempo, reclama que se establezcan los mecanismos para dar solución a los factores estructurales que recurrentemente provocan estas lamentables situaciones. En esa búsqueda, la única motivación que debe guiar las acciones en vista de una pronta solución al conflicto, es el respeto inalienable por la persona privada de su libertad, y la atención humanitaria de sus familiares. 

Imploramos al Dios de la Vida y del Amor que ilumine a quienes tienen la responsabilidad de proteger a los que la sociedad puso a su cuidado, y reconozcanen ellos a seres humanos capaces de rehabilitarse, si son tratados como tales.

Asimismo rogamos por los movimientos que trabajan incansablemente para hacer valer los derechos de los más débiles, para que acierten conmétodos adecuados a sus reclamos. Oramos también por las familias de los reclusos, de por sí gravemente alteradas por el internamiento y preocupadas por sus seres queridos, para que encuentren en Diosel consuelo a sus agobios y penas.

Por último, la Pastoral penitenciaria manifiesta su solidaridad con los detenidos que más sufren y acompañaa todos con la oración en este difícil momento. 

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