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Norma tuvo que padecer un horrendo castigo Ocurrió en Quilmes, cuando delincuentes, que fingieron ser empleados de Telefónica, coparon la vivienda de la víctima. Hampones, furiosos, destruyeron el lugar y luego huyeron. Cuatro brutales ladrones ingresaron a una vivienda tras fingir ser empleados de Telefónica, oportunidad en la que maniataron, amordazaron y torturaron a la moradora del lugar, a quien le quemaron un brazo con una plancha, además de mutilarle parte de una mano mediante un alicate. Este violento episodio se registró en la localidad bonaerense de San Francisco Solano, en el partido de Quilmes, y los delincuentes consiguieron huir. Según indicó la consternada víctima, de nombre Norma, ella se encontraba en el comedor de su domicilio, cuando vio que cuatro individuos, que habían descendido de una camioneta de telefónica, subían a los techos del garaje de su vivienda. Norma, de 57 años, nunca sospechó de los movimientos efectuados por los sujetos, pero repentinamente los hampones bajaron al patio de su casa, ocasión en la que le taparon la boca, obligándola a ingresar por la fuerza a la vivienda, donde la ataron y le reclamaron la entrega de una suma de dinero. Allí comenzó el calvario de la indefensa señora, quien fue reiteradamente quemada en un brazo con una plancha por los forajidos, que resolvieron torturarla sin piedad para que les confesara en qué lugar de la casa tenía escondidos los billetes. ”La calentaban, me la volvían a apoyar en el mismo lugar, una y otra vez, después con un alicate comenzaron a cortarme pedacitos del dedo. Mientras uno me torturaba, los otros destruyeron mi casa. Hasta rompieron los taparrollos, tiraron las macetas, vaciaron todos los muebles de la vivienda. Constantemente les señalaba que no tenía dinero, pero ellos repetían que sabían que había una importante cantidad de dinero en mi casa. Estuvieron más de dos horas, comieron, tomaron, hicieron lo que querían. Dos eran de origen norteño o boliviano, otro era rubio y el cuarto era un hombre grandote y morocho”. Finalmente, los hampones escaparon en el mencionado rodado, desconociéndose su paradero. Momentos después, Norma logró desatarse y entonces pidió ayuda. La víctima tuvo que ser trasladada por los Bomberos Voluntarios de dicha localidad al Hospital Oller, donde fue atendida por los médicos a raíz de las quemaduras y heridas que presentaba. F:cronica
Norma tuvo que padecer un horrendo castigo Ocurrió en Quilmes, cuando delincuentes, que fingieron ser empleados de Telefónica, coparon la vivienda de la víctima. Hampones, furiosos, destruyeron el lugar y luego huyeron. Cuatro brutales ladrones ingresaron a una vivienda tras fingir ser empleados de Telefónica, oportunidad en la que maniataron, amordazaron y torturaron a la moradora del lugar, a quien le quemaron un brazo con una plancha, además de mutilarle parte de una mano mediante un alicate. Este violento episodio se registró en la localidad bonaerense de San Francisco Solano, en el partido de Quilmes, y los delincuentes consiguieron huir. Según indicó la consternada víctima, de nombre Norma, ella se encontraba en el comedor de su domicilio, cuando vio que cuatro individuos, que habían descendido de una camioneta de telefónica, subían a los techos del garaje de su vivienda. Norma, de 57 años, nunca sospechó de los movimientos efectuados por los sujetos, pero repentinamente los hampones bajaron al patio de su casa, ocasión en la que le taparon la boca, obligándola a ingresar por la fuerza a la vivienda, donde la ataron y le reclamaron la entrega de una suma de dinero. Allí comenzó el calvario de la indefensa señora, quien fue reiteradamente quemada en un brazo con una plancha por los forajidos, que resolvieron torturarla sin piedad para que les confesara en qué lugar de la casa tenía escondidos los billetes. ”La calentaban, me la volvían a apoyar en el mismo lugar, una y otra vez, después con un alicate comenzaron a cortarme pedacitos del dedo. Mientras uno me torturaba, los otros destruyeron mi casa. Hasta rompieron los taparrollos, tiraron las macetas, vaciaron todos los muebles de la vivienda. Constantemente les señalaba que no tenía dinero, pero ellos repetían que sabían que había una importante cantidad de dinero en mi casa. Estuvieron más de dos horas, comieron, tomaron, hicieron lo que querían. Dos eran de origen norteño o boliviano, otro era rubio y el cuarto era un hombre grandote y morocho”. Finalmente, los hampones escaparon en el mencionado rodado, desconociéndose su paradero. Momentos después, Norma logró desatarse y entonces pidió ayuda. La víctima tuvo que ser trasladada por los Bomberos Voluntarios de dicha localidad al Hospital Oller, donde fue atendida por los médicos a raíz de las quemaduras y heridas que presentaba. F:cronica